[Vida] El único oponente eres tú mismo

Author: JEFFI CHAO HUI WU

Fecha: 2025-8-09 Sábado, 6:11 PM

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[Vida] El único oponente eres tú mismo

Antes de hablar de que "el único oponente eres tú mismo", debemos aclarar primero la definición de "oponente". En el sentido tradicional, un oponente se refiere a una persona o equipo que compite directamente contigo, que lucha por los mismos objetivos, recursos u honores. En eventos deportivos, el otro equipo en el campo es el oponente; en un examen, aquellos que tienen puntuaciones cercanas a la tuya son los oponentes; en el mercado, las empresas que compiten por la cuota de mercado contigo son los oponentes. El núcleo de esta definición es que los objetivos y recursos de ambas partes se consideran limitados, por lo que la competencia es de suma cero: si tú ganas, yo pierdo. Por esta razón, desde que nacemos, la sociedad, la educación, los medios de comunicación y la familia nos han estado inculcando constantemente la lógica de la competencia: debemos superar a los demás para demostrar nuestro valor.

Esta indoctrinación comienza desde muy pequeños, en el jardín de infancia se hacen clasificaciones, las escuelas dividen a los estudiantes según sus calificaciones, en el lugar de trabajo se distribuyen bonificaciones según el rendimiento, y la sociedad clasifica a las personas por su riqueza y estatus. Nos entrenan para ser máquinas de competencia, poniendo casi todo nuestro esfuerzo en "ser mejores que los demás". Sin embargo, hay un hecho que se pasa por alto en esta lógica: los demás nunca son realmente tus oponentes en la vida. Las victorias y derrotas en la competencia son solo una parte del sistema de evaluación externa; lo que realmente determina tu crecimiento y felicidad no es cuántas personas superas, sino si puedes seguir superándote a ti mismo.

Muchas personas pasan toda su vida persiguiendo la sombra de "oponentes externos", pero rara vez se detienen a preguntarse: si no existieran estas reglas de competencia impuestas por otros, ¿seguiría esforzándome de esta manera? Esta configuración de "oponentes externos" es una ilusión creada por las reglas seculares, los intereses del capital y la psicología de grupo. Se te dice que debes ganar a los demás, así que inviertes cada vez más tiempo, energía y dinero para obtener mejores posiciones y más riqueza, pero pasas por alto que esta persecución a menudo no tiene fin. La emoción es breve cuando ganas, y la frustración y el desánimo son abrumadores cuando pierdes; tus emociones están completamente secuestradas por el ganar o perder externos, alejándote por completo de la intención original de "la amistad primero, la competencia después".

En realidad, la mayoría de las veces, solo tenemos un oponente: nuestro yo de ayer. Si hoy puedes ser más sereno, más enfocado, más tranquilo y más cercano a la vida que deseas, eso es lo que realmente define la victoria o la derrota. El golf es un ejemplo típico; en este deporte, tu rendimiento depende más de tu concentración y estabilidad que del desempeño de tus oponentes. No importa cuántos golpes haga el otro, lo importante es si puedes completar el campo con menos golpes. Un amigo mío ha jugado al golf durante décadas, y su rendimiento ha mejorado de manera constante, pero un día decidió dejar de jugar. Al preguntarle por qué, dijo: "Ya no puedo superar a mi yo anterior." Esta frase, aunque parece simple, revela la esencia de la competencia interna: cuando has alcanzado el límite de tus capacidades, ninguna victoria externa puede brindarte satisfacción.

Este punto lo entiendo profundamente. A lo largo de los años, he tenido oportunidades de competir con otros en múltiples campos—ya sea en competiciones de artes marciales, concursos de fotografía, negociaciones comerciales o en la implementación de sistemas de diseño—pero cada vez tengo más claro que lo que realmente me da una sensación de logro no es vencer a los demás, sino superar los límites que yo mismo me he impuesto. Por ejemplo, en el diseño y la práctica de un sistema logístico inteligente extremo, logré realizar cálculos en tiempo real para la programación empresarial utilizando Excel 2016 en una computadora común, superando incluso el rendimiento de costosos sistemas ERP en el mercado. No se trataba de demostrar que soy mejor que ningún sistema, sino de comprobar si podía hacer lo mejor posible bajo condiciones limitadas; por ejemplo, en mi práctica de artes marciales, otros se sorprenden de que pueda mantener la postura del gallo con los ojos cerrados durante más de veinte minutos, pero para mí, eso es solo el resultado de años de acumulación de estar de pie, regular la respiración y relajar la cadera, es una lucha constante con mi propio cuerpo, respiración y mente; por ejemplo, en mi creación fotográfica, constantemente exijo que mis obras contengan información completa como tiempo, GPS, altitud y velocidad, no para compararme con otros fotógrafos, sino para que mis registros sean más completos e insustituibles.

Este tipo de mentalidad es casi herética en la sociedad actual, donde "la competencia interna es el rey". Cuando toda la sociedad está promoviendo el "ganador se lo lleva todo" y buscando reconocimiento en las listas de clasificación, volver la atención hacia uno mismo significa rechazar participar en el juego que otros han establecido. La teoría de la autodeterminación en psicología señala que la motivación más duradera del ser humano proviene de la autonomía, la competencia y la relación, y no de recompensas o castigos externos. Competir con uno mismo y centrarse en el progreso interno, en lugar de compararse constantemente con los demás, es el camino hacia una satisfacción duradera.

En la realidad, la cultura de la competencia ha creado innumerables necesidades falsas: mejores calificaciones, casas más grandes, coches más lujosos, títulos más altos. Te hace pensar que solo estas cosas pueden demostrar que tu vida tiene significado, pero una vez que las obtienes, te das cuenta de que la satisfacción desaparece rápidamente y comienzas a buscar el siguiente objetivo, cayendo en un ciclo interminable. Este ciclo, en esencia, está guiado por "rivales" externos, en lugar de ser impulsado por el verdadero yo.

El verdadero crecimiento no radica en cuántas personas has vencido, sino en si estás mejorando. Puedes establecer tus objetivos en la mejora de la salud, la mentalidad o las habilidades, o también aprender una nueva habilidad, leer un buen libro, o mejorar una relación. Cada superación personal, por pequeña que sea, es una victoria. Y esta victoria no pierde valor porque otros sean más fuertes que tú.

El mejor estado de la vida no es ganar siempre, sino entender que no es necesario ganar todo el tiempo. No tener preocupaciones económicas, gozar de buena salud y convivir armoniosamente con las personas importantes son, en sí mismos, la felicidad más digna de ser protegida. Las rencillas en el mundo suelen surgir de conflictos de intereses. Obtener bienes que superan con creces nuestras necesidades implica también dedicar tiempo y energía a gestionarlos, e incluso caer en nuevas disputas para conservar esos bienes; estas ganancias y pérdidas a menudo hacen que se pierda la esencia de la vida.

Si consideras a los demás como tu único oponente, serás arrastrado por sus trayectorias y ritmos; si te consideras a ti mismo como tu único oponente, podrás vivir a tu propio ritmo. Pregúntate cada día: ¿Hoy estoy más en paz que ayer? ¿Soy más libre? ¿Estoy más cerca de mis objetivos internos? Si la respuesta es afirmativa, ya has ganado la batalla más importante. La verdadera libertad es salir del juego que otros han establecido; la verdadera victoria es no necesitar más victorias.

Practico solo, no por competir, sino para mejorar un poco más que ayer.

Source: https://www.australianwinner.com/AuWinner/viewtopic.php?t=697157