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[Vida] 1989, la primera generación de inversores en acciones de ChinaAutor: JEFFI CHAO HUI WU Fecha: 26-6-2025 Jueves, 2:01 PM ········································ [Vida] 1989, la primera generación de inversores en acciones de China A finales de la década de 1980, el mercado de valores en China apenas estaba germinando. En esa época, la mayoría de las personas ni siquiera habían oído la palabra "acción"; los pocos que la conocían solo movían la cabeza, diciendo que era como "jugar", poco confiable, e incluso muchos economistas debatían públicamente: ¿son las acciones una estafa? ¿Perturbarán el orden económico? En esa era caótica, conservadora y llena de oportunidades, yo, sin embargo, me di cuenta agudamente de que esto no era una moda pasajera, sino una transformación financiera que iba a cambiar radicalmente el panorama económico de China. En ese momento no había internet, no había teléfonos móviles, no había canales financieros, ni ningún sistema de cotización en tiempo real. En los periódicos, ocasionalmente aparecían una o dos noticias breves de unas pocas centenas de palabras, hablando de "acciones" o "participaciones", con un tono generalmente de prueba y cautela. La información del mercado era fragmentada, casi todas las noticias de transacciones se transmitían de boca en boca, e incluso había personas que no sabían qué era una acción, y mucho menos podían investigar o analizar. Y yo, con solo un libro de economía amarillento y una calculadora común, me apoyé en estas dos cosas para comenzar a deducir poco a poco la lógica de la oferta y la demanda, intentando entender qué patrones había detrás de las fluctuaciones de los precios de las acciones. Repetidamente escribía en papel diversas hipótesis, calculando diferentes escenarios para validar mi intuición. In 1986, I had just been working for less than a year, with a monthly salary of about 600 yuan. In that era, this was considered a decent income, enough to maintain a basic living and even save a little. It was also in that year that I first heard about "stocks." The Shenzhen Special Economic Zone began piloting shareholding reform, with companies issuing stocks to the public, which was a novelty nationwide, and no one dared to determine what it really meant. I keenly sensed that this was not just a new way of managing finances, but the beginning of a structural opportunity. La falta de información significa que todo debe basarse en el propio juicio. No hay análisis financiero profesional, no hay la guía de expertos, no hay ninguna plataforma de datos en la que se pueda confiar, ni siquiera hay reglas claras sobre cómo comprar o vender acciones. Recuerdo claramente que la primera vez que realmente toqué el mercado de acciones fue por una oportunidad fortuita, escuché que el Banco de Desarrollo de Shenzhen estaba realizando una suscripción de acciones. No dudé, no pregunté por ahí, y mucho menos esperé la opinión de otros; solo con un instinto sobre la tendencia, saqué un mes completo de salario—660 yuanes, y suscribí 22 acciones del Banco de Desarrollo de Shenzhen, a 30 yuanes cada una. En ese momento, muchos amigos pensaron que estaba loco, algunos sacudieron la cabeza y dijeron: "¿Es esto confiable?" Otros, medio en broma, me aconsejaron: "No gastes dinero en eso, ¿no sería mejor comprar algunos electrodomésticos o mejorar tu vida?" Pero yo solo me quedé en la fila, llenando el formulario de suscripción en papel, entregando el dinero en efectivo en el mostrador, sintiéndome increíblemente seguro, sin decir una sola palabra de más. En aquel entonces, el entorno de negociación era primitivo, casi en estado natural. No había pantallas electrónicas, ni emparejamiento en línea; todos los precios se transmitían a través de rumores, y toda la información estaba impregnada de emociones y conjeturas. Cada paso en el mercado de valores estaba lleno de incertidumbre. La sociedad en su conjunto aún no comprendía el concepto de control de riesgos, y nadie hablaba de economía macro o análisis industrial; incluso las "opiniones sobre acciones" eran solo conjeturas vagas en conversaciones de té. Y yo, además de aquel libro de economía y una calculadora, no tenía nada, pero seguía reflexionando sobre la lógica, entrenándome para entender la estructura profunda del mercado y las fluctuaciones de la naturaleza humana. Años después, las acciones del Banco de Desarrollo de Shenzhen se listaron oficialmente, y esas 22 acciones comenzaron un aumento casi mítico. Desde los 30 yuanes por acción inicialmente, hasta alcanzar un valor total de 100,000 yuanes, en el momento en que esa serie de números danzaba ante mis ojos, no me sentí descontrolado de emoción, ni me dejé llevar por la ilusión de la riqueza repentina, simplemente solté un largo suspiro. Sabía claramente que esto no era pura suerte, sino el resultado inevitable de un reconocimiento anticipado y un juicio sereno. En aquel entonces, 660 yuanes equivalían al ingreso anual de un trabajador promedio, mientras que 100,000 yuanes eran suficientes para cubrir el pago inicial de un apartamento en una ciudad de primer nivel. Si se ajusta al valor de hoy, esto es casi equivalente a obtener un millón de yuanes a cambio de cinco mil. Para mí, no se trata de una historia de enriquecimiento repentino por suerte, sino de un proceso que me permitió ver claramente la esencia de las finanzas. Comprendí antes que las finanzas nunca han sido un juego de azar, y el mercado nunca ha sido simplemente una acumulación de suerte; la verdadera esencia es la fuerza combinada de estructura, orden, psicología y tendencias, así como la capacidad de ver el camino en medio del caos y ejecutarlo con determinación. El verdadero ganador nunca es quien persigue el bullicio, sino aquel que, antes del amanecer, ya ha encendido silenciosamente la chispa. No me he obsesionado con el mercado de valores, porque entiendo que oportunidades como estas no se repiten para siempre y no deben ser perseguidas como ilusiones de riqueza a corto plazo. A través de la experiencia con esas 22 acciones, establecí mi propio marco de pensamiento, y desde entonces, aprendí a mantener la calma en sistemas complejos, a planificar con anticipación y a dar un paso adelante antes de que la mayoría reaccione. Soy uno de los primeros inversores en acciones de China. No había nadie que enseñara, nadie que guiara, no había analistas ni los llamados cursos de inversión, ni siquiera el concepto de "mercado de valores" estaba realmente formado. En una era de desierto informativo, con intuición, racionalidad y una soledad decidida, di mi primer paso hacia adelante. Esas 22 acciones aún están grabadas en lo más profundo de mi corazón, no solo como el punto de partida de mi riqueza, sino también como el símbolo del despertar de mi sistema de comprensión de la vida. Desde ese momento, supe que cada salto futuro no estaría en el bullicio de las voces, sino en la acumulación silenciosa y el juicio claro. Source: http://www.australianwinner.com/AuWinner/viewtopic.php?t=696529 |
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